La única paz que vale la pena es siempre una lucha inacabable
viernes, 8 de julio de 2011
No tengo tu tiempo
Llegué a la mesa. En la mesa me esperaba un hombre. El hombre llevaba una gabardina y en ella me esperaba un arma. En la recámara una bala me aguardaba. Impaciente tomé asiento .
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