lunes, 16 de junio de 2008

Primera aproximación al asesinato de la musa en su etapa más temprana y mitológica



-Sabes que te amo, ¿cierto? –inquirió con el gesto artificialmente inexpresivo y la voz apenas temblorosa. -¿Lo sabes?
No respondí. Nunca respondo cuando me preguntan estupideces.
–¿Entonces por qué…?
No la dejé terminar. Mi única respuesta fue el estruendo fugaz, la bala expansiva destrozando su rostro de doncella y apagando el aliento venenoso de su dulzura.
Claro que lo sé.
Sólo asesino a quienes me aman.

6 comentarios:

dijo...

¿y por qué asesinar a quien te ama? ¿qué no es mejor amar también?

Beso.

Unsolicited Reflection dijo...

Uno asesina (metafóricamente) al que lo ama supongo que por dos cosas: porque no existe el sentimiento mutuo y hay que "matar con la verdad" o (y ésta es la más triste) porque finalmente ser amado implica responsabilidades, a veces demasiado grandes. El amor es para los fuertes.

Tramontana dijo...

Buen inicio.

Me gusta esa última frase. Además siempre lo sabe uno.

azaelrdz dijo...

¡Qué contradicción!, siempre creí que la musa es amada y, las más de las veces, la obsesión que la convierte en musa surge precisamente porque no nos ama... pero ya no sabe uno en qué creer en estos días.

Alma Ramírez dijo...

que rica minificción

Alma Ramírez dijo...

oiga, y dónde está su lista de blogs?